NO a la soledad no deseada

La soledad y el aislamiento social involuntario son dos de los principales problemas a los que se enfrentan las personas mayores y un gran reto para las y los profesionales que trabajamos junto a ellas para cuidar y mejorar su bienestar. Estas situaciones se hacen más visibles en fechas como las fiestas navideñas pero están ahí presentes a lo largo de todo el año, salgan o no en los medios de comunicación. Según datos de Cruz Roja, en el Estado hay más de dos millones de personas que superan los 65 años (mujeres en un porcentaje muy alto) que viven solas.

 

 

La soledad es un sentimiento subjetivo negativo como consecuencia de la falta de apoyo y compañía. Aunque no afecta solo a las personas de edad avanzada, lo cierto es que va asociada generalmente al envejecimiento.

Los estudios demuestran que los problemas depresivos en mayores se cronifican y se agravan con la soledad. También puede incidir en otras enfermedades, como el alzheimer. En una sociedad cada vez más envejecida, sus consecuencias son evidentes.

Las soluciones pasan por cambiar el modelo social en el que nos encontramos y trabajar, desde todos los ámbitos, por una sociedad inclusiva que cuida de sus mayores y que valora la importancia de su rol en la construcción de un futuro mejor para todas y todos.

Cada vez son más las iniciativas, sobre todo a nivel local, que buscan poner medidas ante esta problemática, por ejemplo, la que pondrá en marcha próximamente el Ayuntamiento de Basauri para trabajar con las personas de edad avanzada que viven solas, y, también, por parte de entidades como la Cruz Roja con un programa de voluntariado.

En SOINHEZI llevamos casi 30 años colaborando desde el campo psicosocial con ayuntamientos en programas que buscan mejorar el bienestar emocional y físico de las personas mayores así como contribuir a tejer conexiones sociales que les ayuden a prevenir las situaciones de soledad no deseada.